¡Hola a todos los amantes de la cocina y la cultura francesa!

El otro día, nuestro colegio se llenó de aroma a crepes y entusiasmo por descubrir la riqueza gastronómica de Francia, todo gracias a la celebración de la Chandeleur. Este evento, que es una tradición francesa que data de siglos atrás, se ha convertido en una experiencia educativa y deliciosa para todos los cursos de la ESO.

La Chandeleur, también conocida como la Fiesta de las Candelas, se celebra cada 2 de febrero en Francia. Originalmente, era una festividad religiosa que conmemoraba la presentación de Jesús en el templo y la purificación de la Virgen María. Sin embargo, con el tiempo, se ha transformado en una celebración más secular, donde las familias y amigos se reúnen para compartir y disfrutar de deliciosos crepes.

En nuestro colegio, quisimos llevar esta tradición francesa a nuestras aulas y hacer que nuestros alumnos se sumergieran en la cultura culinaria de Francia. Para ello, organizamos una jornada especial donde cada curso tuvo la oportunidad de cocinar crepes y aprender sobre la gastronomía francesa.

Lo que hizo este evento aún más especial es que contamos con la participación de las madres de algunos alumnos, quienes se unieron a nosotros para ayudar en la preparación de los crepes y compartir sus conocimientos culinarios. Fue maravilloso ver cómo generaciones se reunían en la cocina, compartiendo risas, historias y, por supuesto, sabores.

Cada clase se convirtió en un pequeño taller culinario, donde los alumnos aprendieron a hacer la masa de crepes, a cocinarlos a la perfección y, lo más importante, a disfrutar de este manjar tan versátil. Desde los clásicos crepes dulces con Nutella o mermelada, hasta opciones más elaboradas con queso, espinacas y champiñones, todos pudieron experimentar con diferentes ingredientes y sabores.

Además de cocinar, también dedicamos un tiempo a aprender sobre la historia y la importancia de los crepes en la cultura francesa. Los alumnos descubrieron que los crepes tienen una larga tradición en Francia, que se remonta a la antigüedad, y que son una parte fundamental de la gastronomía de este país.

En resumen, la celebración de la Chandeleur en nuestro colegio fue todo un éxito. No solo pudimos disfrutar de deliciosos crepes, sino que también aprendimos sobre la cultura y la cocina francesa, y compartimos momentos inolvidables entre alumnos, padres y profesores.

Esperamos poder seguir celebrando eventos como este en el futuro, donde la comida se convierte en una herramienta educativa y en un vínculo que une a nuestra comunidad escolar.

¡Hasta la próxima celebración gastronómica!

¡Bon appétit!